En Naranja Mandarina hacemos ropa y accesorios para bebés, bebas, chicos y chicas. La primera colección nació en 2014 en Junín, Buenos Aires, basada en la premisa de incluir prendas lindas, llenas de colores y cómodas.
Desde entonces pensamos y confeccionamos cuidadosamente cada uno de nuestros productos eligiendo las estampas y detalles que los distinguen. Priorizamos el trabajo con materiales de calidad, el uso de telas suaves al tacto y elásticas que acompañan los movimientos y la búsqueda de terminaciones que eviten molestias, intentando conjugar belleza y comodidad. Porque estamos convencidos de que la ropa linda también puede ser cómoda para jugar, saltar, trepar, bailar y divertirse.
Cada colección incluye prendas infaltables, esas que combinan con todo y suman en cualquier outfit, y que ya son un clásico de la marca.
Con el trabajo de estos años fuimos visibilizando diversas necesidades de chicos y chicas y aprendiendo que cada quien crece a su ritmo y de manera singular. En el intento de dar respuestas a esto, desarrollamos nuevas líneas que se adaptan a todo tipo de cuerpos, colecciones que incluyen prendas sin género para que nuestros hijos e hijas puedan identificarse con los diseños y los colores que les gusten. Incorporando, además, una línea de algodón orgánico que cuida su piel y el planeta que les vamos a dejar.
Queremos que con nuestra ropa cada chico y cada chica construya parte de su identidad, por eso, acompañando su crecimiento, crecimos.
Amamos nuestro trabajo y su resultado, amamos acompañar las infancias. Los relatos que nos identifican con “esa ropa que los chicos no quieren dejar de usar” nos emocionan. El apoyo fiel y sostenido en estos años, y el afecto de quienes nos eligen y vuelven a buscarnos, llena de vida y alegría a quienes hacemos a Naranja Mandarina.